Cinco ejercicios de la felicidad
Todos queremos ser felices desde el mismo momento del nacimiento: elegimos cosas que nos brindan alegría y placer. En la niñez son juguetes y dulces en la adolescencia - ropa de moda y una variedad de dispositivos, y los adultos, para sentir lo mismo, consiguen un poco de todo - y juguetes y dulces, y la ropa, y los dispositivos. Pero para sentirse realmente felices como los niños (de un juguete nuevo), o en la adolescencia (por unos nuevos pantalones vaqueros), para un adulto todo esto, a veces, no es suficiente.
Sin embargo, se puede observar una tendencia general: las personalidades más armónicas, suelen estar centradas en positivo, lo que a menudo atrae a sus vidas pequeños milagros: de repente les cae un golpe de suerte, viene algún dinero inesperado, aparece más gente buena en el camino, etc... Para que esto suceda contigo, debes aprender a acumular en ti un estado de felicidad. Aprende a hacerlo con estos ejercicios:
Ejercicio de gratitud
Todas las noches, antes de sumergirte en el reino de los sueños, di mentalmente “Gracias” por todo lo bueno que te ha pasado durante el día. Incluso si el evento no fue significativo, repásalo en tu mente y di las gracias al destino por el hecho de que te ha pasado.
Entrenar la felicidad
A pesar de que a primera vista esto puede parecer ciencia ficción, el estado interno de la felicidad puede ser entrenado. Prueba durante el día, por unos momentos, olvidarte de todos los problemas y envolver tu cuerpo con una sensación de felicidad.
Párate o siéntate como si hubieras experimentado emociones alegres, sonríe felizmente, siente cómo algo brillante y alegre despierta dentro de ti. Imagina que tu cuerpo es un frasco y la felicidad es un líquido luminoso de color que más te gusta. Llena tu frasco de esta luminosidad, siente como cada una de tus células se llena de luz. Mantén este estado durante al menos 5 minutos, y luego regresa a tus problemas cotidianos nuevamente. Trata de aumentar gradualmente el tiempo de este "entrenamiento".
Esta técnica es efectiva especialmente en aquellos momentos en los que te sientas ofendido o molesto cuando sientes un colapso emocional. Tan pronto como notas que estás "cubierto/a por una ola" de emociones negativas, envuélvete con las alas de felicidad, imagina que los problemas se vacían de tu cuerpo como si fuera un líquido turbio y oscuro y vuelve a llenarte de luminosidad.
Dibujo
Los científicos han demostrado que la forma más relajante de arte es el dibujo. Cuando una persona crea algo con un pincel o un lápiz, realmente se relaja, se sumerge en el mundo de la creatividad y la imaginación, centrándose sólo en el tema de su creación, olvidando todo.
No importa si tu nivel de técnica de dibujo es alto o eres capaz de representar solo unas manchas sin forma en el lienzo. Intenta sumergirte en el mundo de la creatividad. Y en los momentos difíciles cuando el alma se encoge, saca tus pinceles o lápices y empieza a crear.
Buenas acciones
Mira a tu alrededor: hay tantas personas en el mundo que necesitan ayuda. Trata de ayudar a desconocidos, extraños y también a tu propia gente, y hazlo desinteresadamente.
Esto se basa en la ley universal de circulación de energía: sintiendo agradecimiento, la persona a la que tú ayudas, envía una fuerte carga positiva hacia ti, lo que mejora tu percepción del mundo y aumenta tu sentimiento de felicidad interior.
El trabajo que te gusta
Nada puede mejorar la calidad de vida como la pasión por el trabajo que estás realizando. Si día a día haces un trabajo que no te gusta, entonces no hay nada sorprendente en que no sientas felicidad. ¿Piensa en qué tipo de actividad te brinda placer? Luego hazte la siguiente pregunta: ¿hay una profesión que corresponda a este tipo de actividad? ¿Cuál sería el primer paso para conseguirla?
No te limites a sólo leer este artículo. Practícalo, comenta tus avances. acuérdate que la felicidad no es un punto final sino es el camino. Es como si fuera un músculo, que cuando no lo entrenas con el trabajo diario, se afloja.